A pesar de no estar concluido, el puente Héroes de Cananea en Salamanca ya es transitado diariamente por ciudadanos, quienes arriesgan su seguridad y la de los trabajadores que aún laboran en la construcción. La infraestructura, que aún no ha sido inaugurada oficialmente, se ha convertido en un acceso improvisado para motociclistas, ciclistas e incluso taxistas y peatones, que ignoran las advertencias y señales que prohíben el paso.

Testigos del lugar reportan que conductores incluso apartan las piedras y obstáculos colocados por los trabajadores para restringir el paso. La situación se agrava en las horas pico, especialmente al final de las jornadas laborales de los petroleros, cuando la insistencia de los usuarios para cruzar se vuelve más persistente, y muchos deciden ignorar las indicaciones del personal de obra, generando un ambiente caótico y peligroso.

Además de esto, la falta de vigilancia ha dado pie a otros problemas: algunos testigos han presenciado robos de señalización y cableado de las lámparas, situación que agrava los riesgos de seguridad en el área.

Anteriormente, el puente contaba con la supervisión de agentes de tránsito y una grúa para retirar a quienes desobedecían las advertencias, pero este operativo fue suspendido, facilitando el acceso indebido al puente. Desde entonces, el uso no autorizado ha resurgido y proliferado, incrementando el peligro para los usuarios y trabajadores.

La situación empeora por las noches, cuando grupos de jóvenes se reúnen en el puente para realizar carreras clandestinas. La estructura, aún incompleta y con materiales de construcción presentes, se convierte en un escenario de alto riesgo para estos encuentros, aumentando la probabilidad de accidentes graves.

Aunque el presidente municipal ha informado que el puente está cerca de su apertura oficial, aún existen detalles críticos por finalizar. La determinación de algunos ciudadanos por utilizar la infraestructura a pesar de las advertencias ha encendido alarmas sobre la seguridad en el sitio. El llamado de la comunidad es claro: se necesita una mayor presencia de seguridad y control hasta que la construcción esté completamente terminada y lista para el uso seguro de todos.