En Salamanca, se ha solicitado a un negocio de carnitas que deje de tirar grasa en la vía pública, ya que esta práctica ha provocado caídas de peatones y genera un impacto ambiental negativo en el municipio.
Los residentes de la zona han manifestado su preocupación por los riesgos que esta acción representa, tanto en términos de seguridad como de contaminación. Por ello, piden que se tomen medidas para poner fin a esta situación.
“Recientemente, pasé y me resbalé, justo hoy otro joven iba a caerse frente al negocio; aquí es donde todos los días arrojan grasa en la banqueta y la vialidad, lo que ha provocado accidentes”, comentó el denunciante.
La grasa en las calles no solo crea un riesgo de resbalones y caídas, sino que también puede obstruir los sistemas de alcantarillado y contaminar las aguas residuales. Además, su acumulación contribuye a la degradación del entorno urbano, afectando la calidad de vida de los habitantes.
De acuerdo con el CMAPAS, los negocios que generan aceites y grasas deben contar con una trampa especial para estos residuos, como lo establece la norma NOM-002-SEMARNAT-1. En caso de que se sorprenda a un negocio tirando grasa o líquidos contaminantes sin cumplir con esta norma, se aplicarán multas y una inspección sanitaria por parte de la Jurisdicción Sanitaria V, debido al potencial daño a la salud pública.