El número de familias afectadas por la explosión de un polvorín en la comunidad de Peñuelas, en Irapuato, ha aumentado a siete. Tras la tragedia, los irapuatenses siguen en estado de shock, aunque las autoridades han anunciado que la próxima semana comenzará la entrega de apoyos a los residentes afectados.

La explosión ocurrió el pasado 8 de agosto en un taller de pirotecnia, cuyo estallido se sintió incluso en municipios vecinos como Salamanca, Guanajuato capital, Silao y Romita.

Entre las principales afectaciones se encuentran ventanas, puertas y canceles destruidos. Hasta el momento, seis propietarios de viviendas han presentado denuncias formales por los daños sufridos.

Las autoridades locales están revisando las solicitudes de apoyo y comenzarán a distribuir materiales de construcción, como cemento y mortero, para que los afectados puedan iniciar las reparaciones necesarias en sus hogares.