Luego de una solicitud de información, autoridades de salud dieron a conocer a este medio que, solamente durante septiembre de 2024, Salamanca registró un total de 2,179 nacimientos, de los cuales el 15% corresponde a madres menores de 18 años. Esto se traduce en 334 alumbramientos de adolescentes, lo que equivale a un promedio de 11 nacimientos diarios.
Estas cifras subrayan la urgencia de fortalecer la educación en salud sexual y reproductiva, tanto en las escuelas y centros de salud como en los hogares, promoviendo el diálogo abierto con los jóvenes sobre las consecuencias de una vida sexual activa. Además del riesgo de embarazos adolescentes, se destacan las enfermedades e infecciones de transmisión sexual como otro peligro latente.
Las estadísticas a nivel nacional refuerzan la gravedad del problema. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021 se contabilizaron 147,279 nacimientos en adolescentes de 15 a 19 años y 3,019 en niñas menores de 15 años.
En respuesta a esta situación, el Gobierno Federal implementó la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, que continúa vigente. Esta iniciativa intersectorial se basa en cinco ejes: perspectiva de curso de vida, enfoque en niñez, adolescencia y juventudes, pertinencia cultural, ciudadanía y derechos sexuales y reproductivos.
Gracias a estos esfuerzos, para 2023 se reportó una reducción del 16.7% en la tasa de nacimientos entre adolescentes, pasando de 72.4 a 60.3 por cada mil adolescentes de 15 a 19 años.
Sin embargo, algunos estados como Chiapas (81.7 nacimientos por cada mil adolescentes), Tlaxcala (69.6) y Zacatecas (68.8) continúan presentando las tasas más altas de fecundidad adolescente a nivel nacional.