En su reciente visita a Guanajuato, la presidenta Claudia Sheinbaum recibió diversas peticiones ciudadanas de colonias del norte de Celaya y la zona metropolitana de Cortazar. Las demandas giraron en torno a la regularización de más de 1,300 predios, infraestructura vial abandonada y, sobre todo, seguridad, en una región golpeada durante años por la violencia criminal.
Habitantes de las colonias Villas del Pedregal, Misión Santa Fe, Jardines del Sol y varias comunidades de Cortazar denunciaron vivir en constante incertidumbre legal y personal. Muchos de ellos no cuentan con escrituras de sus viviendas, y aseguran ser víctimas de extorsiones de falsos representantes de ejidos o desarrolladores que los amenazan con el desalojo si no pagan nuevamente por sus terrenos.
Uno de los reclamos más insistentes fue la necesidad urgente de un puente vehicular sobre el río Laja, que conecte las zonas habitadas con áreas laborales, comerciales y escolares. Las lluvias recientes volvieron intransitables los caminos temporales que los vecinos improvisan con piedras o llantas, obligando a muchos a cruzar a pie o en bicicleta, arriesgando su seguridad, especialmente en temporada de crecida del río.
Las familias también señalaron que la falta de certeza legal sobre sus propiedades ha sido aprovechada por bandas delictivas para imponer «cobros de piso» o desalojos forzados. “Aquí no sólo pedimos títulos de propiedad, pedimos vivir sin miedo”, expresaron representantes vecinales que lograron entregar sus solicitudes directamente a Sheinbaum durante su recorrido por la región.
Estas demandas se suman a un contexto crítico: según datos de 2025, Celaya figura entre los municipios con mayores niveles de homicidios y desplazamiento interno por violencia en el Bajío. En respuesta, el gobierno federal ha prometido un nuevo plan de recuperación territorial que contempla regularización de asentamientos, inversiones en infraestructura básica y fortalecimiento de la Guardia Nacional en zonas priorizadas.





































