
En varios municipios del Bajío, personal encargado de la campaña contra el dengue se ha organizado para denunciar condiciones laborales precarias y exigencias irregulares por parte de sus superiores. En esta ocasión, autoridades y responsables de la salud han recibido solicitudes de atención inmediatas en torno a su seguridad, equipo y respeto a sus derechos laborales.
En León, personal adscrito al programa anti-dengue ha protestado por asignaciones que violan su contrato laboral: cambian turnos sin aviso, les niegan sus días de descanso, no les proporcionan herramientas básicas de trabajo y enfrentan presión para renunciar. Una trabajadora narró que fue enviada sola a zonas peligrosas, donde fue confrontada por civiles armados.
En Salamanca, las quejas se centran en la falta de recursos esenciales. Denuncian carencias de vehículos para transporte, uniformes incompletos o deteriorados, y una deficiente asignación de personal operativo, lo que limita su capacidad para cubrir sus rutas con eficiencia.
A nivel estatal, la Secretaría de Salud de Guanajuato ha desplegado más de mil 600 elementos dedicados a la prevención del dengue, incluyendo limpieza de criaderos de moscos y campañas de descacharrización en los 46 municipios. Sin embargo, las condiciones laborales informales persisten entre quienes realizan visitas y fumigaciones en terreno.
Este conflicto entre la estrategia sanitaria y la calidad laboral ocurre en paralelo con el registro de casos positivos de dengue en la entidad, lo que eleva la urgencia de fortalecer el programa y asegurar condiciones laborales dignas para quienes combaten la propagación del mosquito que causa esta enfermedad.