La Policía de León, a través de la Unidad K9, está entrenando a dos pastores belgas para especializarlos en la detención de restos humanos enterrados en fosas clandestinas. Este esfuerzo forma parte de una estrategia más amplia para conformar una cuadrilla de seis perros especializados, lo que permitiría reforzar las capacidades de búsqueda en escenarios complejos.
En lo que va del año, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato ha realizado 13 hallazgos en León, descubriendo 38 cuerpos y 69 indicios. Se han hecho 353 estudios forenses (odontológicos, genéticos, antropológicos) pero solo 21 personas han sido identificadas hasta ahora. El entrenamiento canino incluye el uso de “pseudoaromas” que imitan el olor de restos óseos, permitiendo la práctica sin exponer a los perros a materiales reales.
El reto técnico es alto: rastrear bajo tierra, con diferentes tipos de terreno, humedad, capas de tierra, etc. actualmente los perros alcanzan alrededor del 50 % del entrenamiento, estando listos para comenzar a operar en escenarios reales en unos meses, dependiendo de su evolución. Además este programa llega tras la jubilación de perros que ya habían servido en detección de narcóticos y otras tareas, lo que motiva renovar y diversificar las funciones de la Unidad K9.
En México, cada vez hay más interés en fortalecer capacidades forenses y de búsqueda de cuerpos o restos en casos de desaparición forzada o fosas clandestinas, dada la crisis de personas desaparecidas en varios estados. El uso de canes entrenados es una herramienta que se está replicando en otras regiones.
📷: Telediario



































