Habitantes de Uriangato alzaron la voz para exigir al Congreso del Estado la clausura definitiva del relleno sanitario, tras más de una década de contaminación constante que ha dejado afectaciones en la salud y riesgo en el suministro de agua potable.
La petición fue presentada con el acompañamiento de la organización Acción Colectiva Socioambiental, que documentó cómo los desechos expuestos en la zona han generado impactos en la calidad del aire y del agua, así como enfermedades recurrentes en la comunidad de El Derramadero y colonias cercanas.
De acuerdo con los habitantes, los problemas de salud más frecuentes incluyen fiebre, irritaciones y malestares respiratorios, atribuidos a la exposición diaria a los desechos y a los lixiviados que escurren desde el sitio. La población asegura que no se trata de un problema nuevo, sino de más de diez años de padecer consecuencias directas por la operación del relleno.
El reclamo ciudadano busca que el Congreso estatal tome acciones inmediatas para cerrar el lugar y garantizar un entorno limpio. Para la comunidad, el cierre del basurero no es solo una exigencia ambiental, sino una necesidad urgente para proteger la salud y la dignidad de las familias de Uriangato.


































