Lo que comenzó como una búsqueda se convirtió en una escena que nadie debería presenciar: una fosa clandestina que albergaba 17 cuerpos.
La Fiscalía del Estado informó que ya tienen 21 indicios que pueden ayudar, pero hasta ahora solo 13 de esas víctimas han podido ser identificadas. Siete familias han sido notificadas.
Se dice que el hallazgo ocurrió hace unas tres semanas, aunque fue hasta ahora que los cuerpos fueron rescatados y la magnitud del crimen se hizo visible. Esta es la tercera fosa que se descubre en lo que va del año en Guanajuato.
Colectivos de búsqueda han alzado la voz: quieren respuestas. Quieren saber quiénes son, de dónde vinieron, qué les hicieron. Y exigen que se haga justicia. Porque detrás de cada cuerpo hay una historia, una familia que aún espera que algo de esperanza nazca entre los restos del horror.



































