
El arranque de la temporada de lluvias ha generado condiciones favorables para el sector agrícola en el sureste de Guanajuato, principalmente en municipios como Acámbaro, Irapuato y León, donde los cuerpos de agua y bordos muestran una recuperación considerable respecto a años anteriores. No obstante, en zonas como Purísima del Rincón, las precipitaciones no han sido suficientes para revertir los efectos prolongados de la sequía.
En Acámbaro, la presa Solís registra actualmente un almacenamiento del 60% de su capacidad, cifra superior al 40% alcanzado en el mismo periodo del año anterior. Esta mejora se atribuye a los escurrimientos procedentes de zonas altas del Estado de México y Michoacán, que han incrementado el caudal de entrada.
El sector agrícola, en particular el dedicado al cultivo de maíz, comienza a mostrar señales de recuperación. Parcelas que hasta hace unas semanas permanecían áridas, han vuelto a la actividad. La humedad en el suelo y la persistencia de las lluvias han permitido a los productores iniciar la siembra, al menos para garantizar el autoconsumo, luego de varios ciclos marcados por la incertidumbre.
En comunidades rurales de León, como Duarte, La Laborcita y Lucio Blanco, el paisaje ha cambiado. Los campos ahora muestran una cobertura vegetal más densa, los bordos captan volúmenes importantes de agua, y la necesidad de adquirir pipas ha disminuido notablemente. La posibilidad de contar con forraje suficiente para el ganado también ha reducido los riesgos de pérdida en la producción pecuaria.
En Irapuato, los bordos alcanzan niveles de entre 60% y 70% de su capacidad. Sin embargo, el panorama no es homogéneo en todo el estado.
En Purísima del Rincón, los cuerpos de agua permanecen con bajos niveles de almacenamiento. Las precipitaciones han sido intensas, pero de corta duración, lo que provoca escurrimientos en lugar de recarga efectiva de los acuíferos. Esta situación se agrava por la sobreexplotación de los mantos subterráneos, tanto para consumo humano como para riego agrícola.
Las condiciones climáticas actuales, donde se observan alteraciones en los patrones de lluvia debido al calentamiento de los océanos, dificultan una recuperación uniforme de los recursos hídricos. Mientras algunas regiones experimentan una reactivación del campo, otras siguen enfrentando limitaciones que ponen en riesgo la sostenibilidad agrícola y el abastecimiento de agua.
Fotografía: Milenio