
La temporada de fresas en Irapuato, que va de marzo a junio, está llegando a su fin, pero este año el precio de esta fruta ha aumentado de forma considerable. Antes se podía comprar un kilo por 30 pesos, pero ahora cuesta entre 40 y 45 pesos. Este incremento se debe principalmente a las lluvias y a la humedad, que afectan directamente la producción y calidad de las fresas.
Las lluvias excesivas causan daños en los cultivos, reducen la floración y provocan que muchas fresas se pudran antes de ser cosechadas. Además, la humedad acelera la pudrición tanto en el campo como durante el transporte y almacenamiento, lo que obliga a los productores y vendedores a manejar la fruta con más cuidado y rapidez. Estos cuidados extra aumentan los costos y, por lo tanto, el precio final para los consumidores.
Los agricultores también enfrentan gastos más altos en fertilizantes, plaguicidas y mano de obra para proteger los cultivos afectados por la lluvia. Esto, junto con la menor producción, hace que la oferta de fresas disminuya y que el producto disponible sea más caro.
En los puestos de venta tradicionales, como los que están a la salida a Abasolo, los comerciantes prefieren llevar solo la cantidad necesaria para no quedarse con producto que se dañe al final del día.
A pesar del aumento en el precio, la demanda sigue siendo buena y las personas continúan comprando fresas. Los vendedores siguen ofreciendo esta fruta, que es símbolo de la región, y recomiendan a los compradores aprovecharla mientras aún está en temporada.