Se ha confirmado que el móvil del asesinato del comisario Andrés Ramírez está relacionado con su trabajo al frente de la seguridad en el municipio. Según las primeras investigaciones, Ramírez fue atacado como represalia por sus acciones contundentes contra la delincuencia organizada.

Juan Mauro González, secretario de Seguridad y Paz del Estado, describió al comisario como un policía comprometido, que dedicó su labor a proteger a Salamanca. No solo cumplió con su deber, sino que lo hizo con firmeza y valentía. Su trabajo llevó a la detención de varias personas involucradas en actividades ilícitas, afectando intereses del crimen organizado, declaró González.

El comisario, ha sido conocido por su férrea postura contra la inseguridad, desempeñó un papel fundamental en el combate al delito, actuando con decisión en operativos que buscaban restablecer la paz en la región. Su legado deja un ejemplo de compromiso y responsabilidad en un contexto marcado por los desafíos de la violencia.

Las autoridades estatales y municipales han condenado enérgicamente este ataque y han prometido llevar a los responsables ante la justicia.

«No permitiremos que este acto quede impune. La valentía de Andrés Ramírez será honrada con el peso de la ley sobre quienes atentaron contra su vida”, subrayaron autoridades.

El crimen ha encendido las alarmas en Salamanca, donde los habitantes exigen mayor seguridad y justicia para un hombre que, hasta el último momento, luchó por el bienestar de su comunidad.

La pérdida del comisario Andrés Ramírez no solo representa un golpe a las instituciones, sino también un recordatorio del riesgo al que se enfrentan quienes buscan hacer el bien en un entorno hostil.