La gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García Muñoz Ledo, confirmó que el polémico acueducto Solís-León sigue en pie, pese al rechazo de municipios aledaños al Lago de Chapala.
El proyecto busca desviar 220 millones de metros cúbicos de agua al año hacia ciudades guanajuatenses, lo que ha sido calificado por autoridades jaliscienses como un intento de saqueo hídrico.
El pasado 13 de agosto, representantes de comunidades firmaron un manifiesto en Ajijic exigiendo la cancelación del acueducto, alertando sobre los riesgos ecológicos y sociales que implicaría para el lago más grande de México. A pesar de ello, García asegura contar con el respaldo del gobierno federal, incluyendo a la presidenta Claudia Sheinbaum, la CONAGUA y Secretaría de la Defensa.
La mandataria afirma que el proyecto se realizará con “tecnificación agrícola” y “Sin afectar a Chapala”, aunque expertos advierten que el impacto podría ser muy grave, ya que el Lago de Chapala enfrenta una crisis ambiental que se agrava cada año, y este nuevo desvío podría acelerar su deterioro.




































