Los caminos carreteros que conectan a comunidades como Hacienda Vieja y Cerro Gordo; o Los Prietos y Mancera, así como el camino de Valtierrilla, entre otras rutas, se han convertido en tiraderos de basura a cielo abierto, generando preocupación entre habitantes y automovilistas que diariamente circulan por la zona.
En algunas vialidades de alta concurrencia vehicular, los montones de desechos se acumulan a plena vista, mientras que en otros caminos más tranquilos, con poca presencia de tránsito y vigilancia, la situación no es distinta: ropa vieja, restos de comida, muebles en desuso y bolsas negras con residuos aparecen entre la maleza.
Uno de los puntos más críticos es el camino hacia Hacienda Vieja, donde parte de la basura ha sido escondida entre las hierbas y afecta directamente a los canales de riego cercanos, poniendo en riesgo la salud de quienes dependen de esas aguas para el campo.
La acumulación de desechos no solo representa un foco de infección y malos olores, sino también un riesgo ambiental que afecta a la fauna y al tránsito normal de estas vialidades.
Habitantes de las comunidades hicieron un llamado urgente a las autoridades correspondientes para que atiendan el problema y establezcan medidas que impidan que los caminos rurales sigan utilizándose como basureros clandestinos.
Además, vecinos señalan la importancia de respetar las áreas verdes y mantener los caminos libres de basura, especialmente en esta temporada de lluvias frecuentes.
La acumulación de desechos puede obstruir el drenaje natural, provocar inundaciones y arrastrar contaminantes hacia ríos y canales, afectando la agricultura, la fauna local y la seguridad de quienes transitan por estas rutas.
Cuidar el entorno no solo protege la salud pública, sino que también preserva los recursos naturales y la calidad de vida de las comunidades rurales.


































