En Celaya, las motocicletas han dejado de ser simples vehículos de transporte para convertirse en protagonistas silenciosas de una crisis de seguridad.
En los últimos meses, se han vuelto el medio predilecto para cometer homicidios, una tendencia que ha encendido las alarmas entre las autoridades locales. La Secretaría de Seguridad estatal reveló que la mayoría de las unidades utilizadas en estos crímenes no portan placas, lo que complica su rastreo y obstaculiza las investigaciones.
Ya no son solo los agentes de Tránsito y Policía Vial quienes vigilan las calles, ahora también participan elementos de Seguridad Pública, la Guardia Nacional y las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado. Las revisiones se realizan directamente a conductores y acompañantes de motocicletas, en busca de irregularidades que puedan prevenir futuros ataques.
La urgencia de estas medidas se hizo evidente tras los dos atentados ocurridos el lunes. El primero, en el camino a San José de Guanajuato, frente a una vulcanizadora, dejó tres personas muertas. El segundo, en la colonia Del Bosque, cobró la vida de un hombre. En ambos casos, los agresores huyeron en motocicletas, y aunque en uno de los incidentes se logró seguir a una unidad, no fue posible detenerla. La Fiscalía revisa grabaciones de cámaras de seguridad con la esperanza de identificar a los responsables.


































