La indignación ha crecido en el Mercado Tomasa Esteves. Los comerciantes aseguran que el presidente municipal César Prieto los ha dejado a su suerte, pues a pesar de múltiples solicitudes y promesas públicas, hasta hoy no existe una sola fecha concreta para reparar la techumbre de la nave principal ni para iniciar la construcción del supuesto nuevo mercado que fue anunciado con bombo y platillo.
Han pasado cuatro años de gobierno y el mercado sigue igual: con goteras cada que llueve, instalaciones deterioradas y un ambiente inseguro para locatarios y clientes. “Si no ha podido cambiar el techo, menos va a poder construir un nuevo mercado”, expresan los comerciantes, quienes ya apuestan a que al alcalde no le dará tiempo de cumplir y que él mismo lo sabe.
Lo cierto es que el “nuevo mercado” solo existe en discursos. Nunca se ha mostrado un plan técnico ni se ha realizado una consulta formal con los locatarios, quienes en su mayoría rechazan ser trasladados de lugar y exigen únicamente las mejoras necesarias para trabajar en condiciones dignas.
El sentimiento entre los comerciantes es claro: se sienten abandonados, sin garantías y víctimas de la indiferencia oficial. Mientras los discursos hablan de progreso, el mercado se cae a pedazos, convertido en el mismo pendiente de siempre que gobiernos anteriores tampoco resolvieron.
En palabras de los propios locatarios: “ni para atrás ni para adelante”, el Tomasa Esteves lleva 7 años en las mismas paupérrimas condiciones. Y el tiempo corre.


































