En plena temporada decembrina, los comerciantes del clásico tianguis navideño de Salamanca se mantienen firmes entre luces, colores y el característico aroma a heno que anuncia la llegada de la Navidad. A pesar de las bajas ventas, ellos continúan ofertando productos hechos a mano, únicos y llenos de tradición, buscando que la ciudadanía valore y apoye el trabajo artesanal local.
Entre los pasillos adornados con nochebuenas y figuras religiosas, Jacqueline muestra la variedad de artículos que ofrece.
“Vendemos casitas, portalitos, también tenemos lluvia, piñatitas hechas a mano, esferas también hechas a mano y traídas desde Puebla”
La diversidad de productos sorprende a cualquiera que pase por el lugar. Desde las piezas más pequeñas hasta los arreglos más elaborados, todo está pensado para que las familias salmantinas puedan montar nacimientos completos y decorar sus hogares sin gastar de más.
“Hay colcha, nochebuenas, piñitas, guajolotes, venaditos, rama, heno, macetitas, gallitos, magueyitos, lechos y arbolitos”
Detrás de cada puesto hay una historia de esfuerzo. Muchos de estos comerciantes han trabajado así toda su vida, dependiendo completamente de la venta diaria para sostener a sus familias. Por eso, hacen un llamado directo a la población, invitándolos a comprar y consumir siempre lo local.
“La verdad es que, pues somos comerciantes que pues estamos día a día, entonces sí estaría bien que consumieran lo local, más que nada, no tiendas, por así decirlo”
Los precios también mantienen la esencia de lo accesible y tradicional, con opciones para todos los bolsillos. Desde lo más sencillo hasta lo más elaborado, el costo depende de la necesidad del consumidor, así lo comentó la señora Felisa.
“Doscientos, trescientos pesos, dependiendo de cuánto quieran porque es por… por decir, la paquita de heno cuesta cien pesos, el puñito diez pesos, la bolsa veinticinco pesos”
Y para quienes buscan un nacimiento completo, también hay alternativas económicas, dependiendo lo que busquen.
“Pues de cien pesos la más chiquita, a 600 la más grande”
Sin embargo, los comerciantes reconocen que las ventas han empezado complicadas este año. A pesar de tratarse de una de las temporadas más importantes, las ganancias aún no repuntan como deberían.
“Las ventas sí son un poco bajas, la verdad en estas fechas, pasando el doce ya esperamos un poquito más de gente, pero sí, ahorita sí están muy bajas las ventas”
Aun así, no pierden la esperanza. Con jornadas largas y bajo el frío, esperan pacientemente a los compradores, reiterando que están listos para recibir a las familias salmantinas prácticamente todo el día.
“Estamos en un horario de ocho de la mañana más o menos, a siete de la noche, por si gustan venir”
Consumir lo local es apoyar a quienes preservan nuestras tradiciones. Ellos ya están ahí, entre colores navideños, luces y esperanza, esperando que esta temporada finalmente traiga la magia que cada año los impulsa a seguir.































