La inconformidad ciudadana va en aumento ante la serie de obras de asfaltado que fueron iniciadas, pero no concluidas en distintos puntos de la ciudad, situación que ha generado afectaciones directas a la movilidad, el comercio y la vida diaria de cientos de personas.
Calles como Pluripartidista, Monte Sinaí y Pasajero permanecen con trabajos a medias, sin fechas claras de conclusión y con tramos en el tan malas condiciones que han complicado el tránsito vehicular. Vecinos y automovilistas señalan que el problema no es solo la obra, sino la falta de planeación, ya que mientras una vialidad sigue inconclusa, otra más es intervenida, dejando varias zonas afectadas al mismo tiempo.
Uno de los puntos que más molestia ha generado es la calle Pasajero, ya que se trata de una vía de acceso clave al mercado Tomasa Esteves, uno de los espacios comerciales más concurridos de la ciudad sobre todo ahora en plenas fiestas decembrinas. Al mantenerse parcialmente raspada y afectada por los trabajos, el flujo vehicular se desvía hacia calles alternas que no están diseñadas para soportar ese volumen de tránsito, esto aunado a que la periferia del mercado está completamente cerrada, provocando embotellamientos constantes, retrasos y mayores tiempos de traslado.
Comerciantes y ciudadanos coinciden en que esta situación no solo afecta a quienes circulan por la zona, sino también a quienes dependen del mercado para trabajar o realizar sus compras, pues el acceso se ha vuelto complicado tanto para clientes como para proveedores.
El reclamo generalizado es en sí, que no se termina una obra cuando ya se inició otra, lo que da la impresión de trabajos improvisados, sin coordinación ni una estrategia integral de movilidad. Habitantes de las zonas afectadas señalan que, aunque las obras son necesarias, la ejecución deficiente termina generando más problemas que beneficios.
La ciudadanía exige que las autoridades concluyan los trabajos pendientes y mejoren la organización de las obras públicas, priorizando aquellas calles que cumplen una función clave en la movilidad y la actividad económica de la ciudad. Mientras tanto, el malestar crece entre vecinos que diariamente enfrentan tráfico, polvo, calles cerradas y promesas inconclusas.

































