El Congreso del Estado dio un paso importante hacia la igualdad de género al aprobar por unanimidad reformas al Código Civil que permitirán a los padres decidir libremente el orden de los apellidos de sus hijos al momento de registrarlos.
La nueva disposición aplica tanto para hijos nacidos dentro del matrimonio como para aquellos reconocidos por ambos padres. Si no hay acuerdo entre ellos, será el oficial del Registro Civil quien determine el orden, priorizando el interés superior de la niñez y la estabilidad familiar.
La diputada María Eugenia García Oliveros, autora del dictamen, explicó que esta reforma busca eliminar prácticas discriminatorias que históricamente han privilegiado el apellido paterno sobre el materno. “Esto garantiza la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y fortalece la autonomía de las familias para decidir cómo construir su identidad”, señaló.
La legisladora subrayó que el derecho al nombre no solo implica identidad, sino también la libertad de decidir y modificar, en armonía con la ley y los principios constitucionales de igualdad y no discriminación.
Al hablar a favor del dictamen, la diputada Ruth Tiscareño destacó que privilegiar el apellido del padre perpetuaba estereotipos de género y vulneraba el derecho de identidad de niñas y niños. “La reforma equilibra derechos: respeta la autonomía de los padres, corrige una práctica discriminatoria y protege a la niñez garantizando seguridad jurídica cuando no hay consenso”, afirmó.
Con esta modificación, Guanajuato se suma a otras entidades del país que han actualizado su legislación para garantizar igualdad sustantiva entre mujeres y hombres. La aprobación, coincidieron legisladores, representa un cambio cultural y jurídico que reconoce la autonomía familiar y construye una sociedad más equitativa.
“Este dictamen manda un mensaje claro: en Guanajuato los derechos de las mujeres y la igualdad sustantiva no son negociables”, concluyó Tiscareño.




































