En el estado circulan más de 120 mil autos conocidos como “chocolate”, vehículos usados importados y regularizados, que han desbalanceado el mercado de usados y fomentado prácticas corruptas, según alertó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
Estos automotores muchas veces carecen de catalizadores, son altamente contaminantes y no pasan las verificaciones obligatorias, lo que representa un riesgo ambiental y sanitario para Guanajuato.
El efecto en la economía local es palpable: la gran oferta de estos autos hunde los precios de los vehículos usados legales y genera competencia desleal, además de abrir la puerta a la corrupción en trámites de regularización. La AMDA advierte que esta avalancha de importaciones irregulares equivale a un golpe duro para la industria automotriz formal y para cualquier intento de modernización vehicular en la entidad.
Para la población guanajuatense, la proliferación de estos autos no solo afecta el bolsillo, sino también el entorno. Su circulación acelera las emisiones contaminantes, reduce incentivos para la adopción de tecnologías limpias y complica la vigilancia vehicular por parte de las autoridades.


































