
Tras los recientes homicidios ocurridos durante las celebraciones patronales en Salamanca, San Felipe e Irapuato, el obispo de Irapuato hizo un llamado a evitar que estas festividades sean vistas como espacios inseguros o vinculados a la violencia. Aunque reconoció la gravedad de los hechos, destacó que cancelar o suspender las fiestas no representa una solución viable.
El obispo señaló que la inseguridad afecta diversos ámbitos de la vida cotidiana y que las celebraciones religiosas deben mantenerse como momentos de unión, alegría y espiritualidad. Además, insistió en que es fundamental que las autoridades garanticen condiciones seguras para el desarrollo de estos eventos, mientras que la población debe contribuir manteniendo el orden y evitando excesos.
Durante la última semana, las parroquias de la diócesis han realizado diversas ceremonias con amplia participación y sin incidentes, lo que demuestra que es posible vivir estas tradiciones en un ambiente pacífico.
Por otro lado, la Diócesis de Irapuato emitió un comunicado oficial en el que condenó los actos violentos y exigió a las autoridades esclarecer los crímenes y sancionar a los responsables.
El llamado de la Iglesia busca evitar un ambiente de miedo generalizado y proteger el valor cultural y espiritual que las fiestas patronales representan para miles de familias guanajuatenses.