El sábado pasado, en el tianguis de la calle Sol se registró un ataque armado que transformó una mañana de compras en una jornada de horror.
Dos personas resultaron heridas y el sonido de los disparos interrumpió abruptamente la rutina del sábado, dejando a vendedores y clientes en estado de shock. A pesar del miedo que dejó ese episodio, los tianguis no se detienen, pero sus asistentes y comerciantes solicitan presencia policíaca fija.
Los comerciantes continúan instalándose, algunos con el corazón en la mano, otros con la esperanza de que el día transcurra en paz, por su parte, la gente sigue saliendo a comprar, porque las necesidades siempre están presentes. Sin embargo, el temor ahora acompaña a cada jornada, a este llamado se unen comerciantes de los mercados municipales.
Quienes forman parte de estos espacios populares piden a las autoridades mayor presencia de seguridad, pues lo que antes era ambiente familiar, ahora se vive con temor. No es solo el tianguis del sábado en la calle Sol lo que preocupa, sino también los de otros días y lugares como lo son los lunes en San Pedro, el miércoles en Pancho Villa y Sánchez Torrado, los sábados en San Antonio y los viernes y domingo en Nativitas. En todos ellos, comerciantes y consumidores se sienten vulnerables y piden vigilancia constante, no solo cuando pasa una tragedia tal y como ocurrió este fin de semana.
La solicitud es muy clara, comerciantes no quieren dejar de trabajar y por su parte, los ciudadanos no quieren evitar salir a comprar, pero necesitan garantías de seguridad básicas. Salmantinos aseguran que Salamanca aún es una ciudad de gente honrada y trabajadora que merece salir a las calles con tranquilidad por lo que esperan su llamado sea atendido por las autoridades.


































