
La ciudad enfrenta severos daños a causa de las intensas lluvias del 14 de julio. Un socavón de más de cinco metros de profundidad se abrió en el Camino Antiguo a Marfil, provocando el cierre total de la vialidad. El hundimiento expuso un tubo de drenaje que derramaba aguas residuales.
Además, una enorme roca se desprendió de un cerro en la Ex Vía de Marfil, afectando el tránsito vehicular. No se registraron personas lesionadas en ninguno de los dos incidentes.
Las presas La Olla y La Esperanza desbordaron, y la zona Subterránea se inundó. Los daños han puesto en evidencia la falta de prevención ante riesgos naturales y la urgencia de estudios técnicos avanzados.