Su historia comenzó un 12 de diciembre, cuando fue encontrado en situación de abandono en la Basílica de Guadalupe. Desde aquel día, Hueso encontró no solo un hogar, sino también una misión: integrarse al equipo de búsqueda y rescate UNAMK9, donde con el tiempo se convertiría en símbolo de entrega y coraje.
Fue en uno de los momentos más críticos del país cuando este valiente perro se ganó el reconocimiento nacional. Durante el sismo del 19 de septiembre de 2017, Hueso participó activamente en las labores de rescate, ayudando a localizar personas atrapadas entre los escombros. Su labor, al lado de su guía y del equipo que siempre confió en él, lo convirtió en uno de los rostros más entrañables de los cuerpos caninos de auxilio.
Este 25 de julio, el equipo Perros de Búsqueda y Rescate UNAM anunció con pesar su fallecimiento. “Hoy, nos deja físicamente, pero su legado permanecerá por siempre en nuestros corazones”, compartieron en redes sociales como parte del emotivo mensaje de despedida.
El recuerdo de Hueso no solo habita en quienes formaron parte de su vida, sino también en todos los que vieron en él un ejemplo de nobleza y compromiso.
Hasta siempre, Hueso. 🕊️



































