Un aparente error humano en los procedimientos de maniobra sería la causa del trágico accidente ferroviario ocurrido el pasado miércoles en Irapuato, donde una locomotora sin control embistió a varios vehículos, dejando un saldo de seis personas fallecidas. Así lo reveló Periódico AM, citando fuentes cercanas a la operación ferroviaria.
El incidente involucró a una locomotora perteneciente al servicio de carga “Químico Veracruz–Guadalajara” de la empresa Ferromex, encargado del transporte de diésel y gasolina entre Veracruz y la capital de Jalisco. Este convoy, de casi dos kilómetros de largo, suele operar con cinco locomotoras distribuidas a lo largo del tren: dos al frente, dos en medio y una al final, todas sincronizadas por control remoto desde la cabina principal.
Como parte del protocolo, al llegar a la estación de Irapuato, se suele desacoplar la locomotora trasera, ya que el trayecto hacia Guadalajara requiere menos potencia. Para ello, un operador realiza maniobras en el patio ferroviario, desenganchando la última máquina y desconectando su sistema de frenos neumáticos. Sin embargo, según la investigación preliminar, el operario no habría desactivado el sistema remoto que la mantenía conectada a las señales de la locomotora principal.
Posteriormente, la tripulación habría omitido verificar si la locomotora trasera seguía recibiendo instrucciones, lo que provocó que comenzara a moverse pese a tener el freno de mano activado. Inicialmente su velocidad fue baja, pero con el paso del tiempo, el freno manual se desgastó, permitiendo que la máquina alcanzara una velocidad casi normal sin conductor a bordo.
Este avance descontrolado provocó una confusión fatal: al generarse un espacio considerable entre la locomotora y el resto del tren, los conductores de vehículos que cruzaban las vías asumieron que el convoy ya había pasado. Minutos más tarde, la locomotora aislada impactó contra tres vehículos y una motocicleta antes de colisionar con la parte trasera del propio tren.
El sistema detectó la pérdida de conexión con la locomotora y activó una alerta de emergencia que detuvo el resto del convoy en las afueras del poniente de Irapuato. Sin embargo, ya era demasiado tarde para evitar la tragedia.
Autoridades continúan con las investigaciones para deslindar responsabilidades, mientras se analiza a fondo el protocolo seguido por el personal de Ferromex en esta operación.



































