
Lo que prometía ser una transformación histórica del Estadio Sergio León Chávez se ha convertido en una obra polémica, cuestionada tanto por su diseño como por el uso de recursos públicos. Con una inversión superior a los 140 millones de pesos, el emblemático recinto deportivo enfrenta críticas crecientes por parte de la ciudadanía irapuatense.
La remodelación, que se encuentra en su etapa final según las autoridades, ha dejado mucho que desear en términos de estética y funcionalidad. Las estructuras metálicas instaladas y la fachada recubierta con una malla textil de importación —publicitada como material de alto estándar— han sido motivo de burlas en redes sociales. Para muchos, el resultado dista de parecer un estadio de primer nivel: “parece una bodega disfrazada”, opinan usuarios inconformes.
A cargo del proyecto está la Dirección de Obras Públicas del municipio, encabezada por Manuel Venegas Pérez, quien ha defendido el diseño alegando que se emplearon materiales similares a los utilizados en estadios internacionales. Sin embargo, el problema no es solo técnico, sino de percepción pública: una obra que debió inspirar orgullo, hoy genera molestia y desconfianza.
Vecinos, comerciantes y aficionados cuestionan la pertinencia de esta millonaria inversión cuando existen otras prioridades en la ciudad: seguridad, salud, espacios públicos y servicios básicos. “Tenemos calles sin pavimentar, colonias con fugas de agua, y aquí se van 140 millones en un estadio que ni siquiera se ve bien. ¿En qué están pensando?”, expresó un ciudadano molesto.
El malestar va más allá del diseño. También se señalan falta de transparencia en la asignación de contratos, ausencia de consultas ciudadanas y una evidente desconexión entre las autoridades y la comunidad deportiva local.
Aunque las autoridades insisten en que el proyecto traerá beneficios económicos y deportivos, el mensaje social es claro: la gente no está contenta. Y en una ciudad con necesidades urgentes, un estadio mal ejecutado no solo representa un error urbanístico… sino una oportunidad desperdiciada.