
La comunidad de San Bartolo de Berrios, en San Felipe, Guanajuato, se reunió para despedir a los siete jóvenes que fueron asesinados la madrugada del lunes.
En la parroquia de la localidad, familiares, amigos y vecinos acompañaron los cuerpos en una emotiva ceremonia eucarística, presidida por el arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón.
Durante la misa, el arzobispo expresó su indignación y lanzó un llamado a los responsables del ataque, instándolos a cesar la violencia y recordar que la vida es un don divino que nadie tiene derecho a arrebatar.
Tras la ceremonia, que duró más de una hora, el cortejo fúnebre recorrió las calles hasta el panteón, donde se dio el último adiós a las víctimas.
Las autoridades estatales han confirmado que continúan las investigaciones para identificar y capturar a los responsables de este crimen, hasta el momento no hay resultados favorables.