A pesar de que el aumento a la tarifa del transporte público fue aprobado desde hace un mes, los concesionarios en Salamanca ya cobran los 12 pesos sin que el ajuste haya sido publicado en el Periódico Oficial del Estado, lo que convierte el cobro en una medida fuera de norma.
César Prieto reconoció que el documento aún no ha sido publicado, aunque aseguró que la solicitud ya fue enviada y que existe “una carga de trabajo” en el área estatal responsable.
“Ya se hizo la solicitud de publicación y, como refiere el acuerdo del Ayuntamiento, hasta que no se publique no se puede hacer el cobro. Ya estamos presionando, porque entiendo también a los compañeros transportistas… esperamos que mañana ya se publique”, dijo.
Sin embargo, la frase de “ya mañana” se ha repetido durante semanas, mientras los usuarios continúan pagando los 12 pesos desde hace más de un mes. Para muchos, la autoridad ha permitido que se normalice un cobro irregular, afectando directamente el bolsillo de miles de salmantinos.
El propio presidente municipal informó que, tras varios reportes ciudadanos por cobros indebidos, se realizó un operativo en el que se aplicaron 26 multas y se enviaron cuatro unidades al corralón. Aún así, las quejas persisten, pues el aumento no tiene validez legal hasta que se publique en el diario oficial.
Ciudadanos señalaron que, además del cobro anticipado, el servicio no ha mejorado ya que las unidades siguen con retraso, malas condiciones y rutas limitadas.
“Cobran más pero seguimos igual o peor. Ni aire, ni limpieza, ni frecuencia. Y todavía dicen que “mañana” lo hacen legal”, expresó una usuaria que transitaba por la zona centro.
El aumento de 10 a 12 pesos, en tarifa general, fue aprobado por el Ayuntamiento en octubre de 2025, con el argumento de que era necesario “para equilibrar los costos operativos”. Sin embargo, la publicación oficial, requisito indispensable para su aplicación, no se ha concretado.
Mientras tanto, los transportistas siguen cobrando el nuevo monto, el municipio promete operativos y la ciudadanía espera respuestas reales, no promesas aplazadas.


































