
Todos los días, sin falta, personal del Panteón Las Flores limpia la esquina donde convergen la calle y el acceso al histórico camposanto. Sin embargo, cada mañana la escena se repite: bolsas de basura abiertas, pañales, envases, cartón y desechos esparcidos en un espacio destinado para personas con discapacidad.
La imagen, denunciada por el propio director de Servicios Públicos Municipales, no solo es un foco de infección y contaminación visual, sino también un reflejo de la falta de responsabilidad ciudadana.
“Es desgarrador ver esta imagen todos los días. No es falta de limpieza, es exceso de indolencia. Limpiamos diario, pero la basura regresa porque hay quienes prefieren tirar sus residuos donde sea, aunque no pase el camión recolector por la noche”, declaró el funcionario.
Durante la temporada de lluvias, este tipo de prácticas se convierten en un problema mayor. Las bocas de tormenta terminan bloqueadas por basura, lo que provoca encharcamientos, riesgos viales y posibles afectaciones a viviendas cercanas.
El punto en cuestión se ha convertido en un tiradero informal, justo sobre una rampa azul para personas con discapacidad. La escena no sólo vulnera el derecho a la accesibilidad, también denota abandono, con muros rayados, pintura descascarada y desechos que crecen sin control.
“Sabemos que no hay recolección nocturna en esta zona. Lo hemos dicho muchas veces, pero hay quienes simplemente prefieren la comodidad de tirar la basura en la calle”, reiteró el director.
Desde Servicios Públicos hacen un llamado urgente a la ciudadanía: respetar los horarios y puntos de recolección, evitar tirar basura en vía pública y entender que mantener limpia la ciudad es tarea de todos.
“Ocupamos más conciencia y menos indolencia. No es justo para quienes sí cuidan, ni para quienes trabajan todos los días por mantener limpios los espacios públicos”, concluyó el funcionario.