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Se plantea entregar mil pesos cada bimestre en esta tarjeta rosa.
La entrega de la Tarjeta Rosa en Salamanca ha sido un verdadero calvario para cientos de mujeres, quienes han tenido que soportar horas de espera bajo el sol, sin acceso a información clara, agua o siquiera un espacio adecuado para la espera. La mala organización y la falta de personal han sido las principales quejas de las beneficiarias, quienes en muchos casos han optado por retirarse indignadas y sin recibir su apoyo.
“Muchos se fueron indignadas y enojadas porque no es justo. Es mucho tiempo. Tú dices: ‘dos horas ahí’, ya ni la requemada. Y yo entiendo que a lo mejor no está al 100% en ellos, también en uno porque debe llevar un orden, pero su mala organización hace que ese orden no se lleve a cabo”, expresó una de las afectadas.
Desde las 8:30 de la mañana, mujeres de distintas colonias llegaron al punto de entrega, pero para las 2:00 de la tarde muchas seguían sin poder pasar. Varias de ellas faltaron al trabajo, no recogieron a sus hijos de la escuela y no pudieron realizar sus actividades diarias con normalidad debido a la espera. Además, otras más señalaron que no tenían dinero para comprar agua o comida, lo que agravó la situación.
“Estamos aquí esperando sin comer y sin nada. Yo llegué desde las 9:30 y no he avanzado. Hay personas que se están metiendo en la fila, no respetan. Nosotros estamos desde temprano y ellas pasan antes que nosotras. No hay organización”, denunció otra de las asistentes.
Otra de las quejas recurrentes es que, a pesar de la larga espera, el dinero del apoyo no estará disponible hasta marzo, lo que causó molestia y confusión entre las beneficiarias.
“Nos dijeron que el plástico sí lo pueden entregar ahorita, pero el dinero llegará hasta marzo. No sabemos si van a pasar todas hoy o qué va a pasar. No nos dan información clara”, comentó una mujer que llevaba más de cinco horas en la fila.
La gran afluencia de personas, sumada a la falta de logística y personal insuficiente, ha provocado que la entrega de la Tarjeta Rosa en Salamanca se convierta en una experiencia frustrante para muchas de las beneficiarias. Ante la situación, algunas optaron por regresar al día siguiente, con la incertidumbre de si el proceso será más ágil o si enfrentarán nuevamente el mismo desorden.