En Salamanca, los agricultores han decidido manifestar su inconformidad ante lo que consideran abandono del campo por parte de la gobernadora Libia Dennise García Muñoz Ledo.
Campesinos aseguran que sus peticiones han sido ignoradas, pues carecen de un buen líder, pero desgraciadamente no cualquiera se avienta a realizar ese trabajo, pues es muy peligroso y su vida prácticamente estaría en riesgo.
Los productores reclaman apoyos económicos que les permitan enfrentar la crisis agrícola, exigiendo que el maíz sea pagado en 7 mil 200 pesos por tonelada y el sorgo en 6 mil pesos, cifras que consideran indispensables para cubrir los costos de producción y garantizar la supervivencia de sus familias.
La protesta también ha surgido por el Acueducto Solís, obra que ha generado preocupación por el impacto en las comunidades rurales, y en el rechazo a la nueva Ley General de Aguas, que los campesinos ven como una supuesta amenaza al control del recurso hídrico. Para ellos, el agua no puede convertirse en un privilegio ni en un negocio, pues es la base de la vida y la producción agrícola.
Si bien los bloqueos en Salamanca no se han concretado de último momento, los agricultores no rechazan la posibilidad de que mediante el cierre de tramos carreteros se pueda ejercer presión a la gobernadora para que destine mayores recursos al campo en lugar de destinarlo a eventos que solo benefician su imagen y la del partido político al que pertenece.


































