A lo largo del tiempo y con la pavimentación y creación de vialidades, se han colocado diversas señalizaciones de tránsito, así como placas de obra, mismas que poco a poco se han visto dañadas y deterioradas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, este daño ha sido provocado por algunos ciudadanos.

Esta situación refleja el poco respeto que se tiene por parte de algunos hacia los espacios públicos, pues aunque se ha intentado combatir, los grafitis persisten, dañando visualmente la infraestructura urbana. Además de los grafitis, algunas señales han sido arrancadas, dobladas o cubiertas con pegatinas, afectando la visibilidad de indicaciones importantes para peatones y automovilistas.

Otro problema recurrente es el vandalismo contra las placas de obra, las cuales contienen información sobre proyectos de infraestructura, inversión pública y detalles de construcción. Muchas de estas han sido rayadas con grafitis, dificultando la lectura de los datos, mientras que otras han sido retiradas o destruidas intencionalmente. Esto no solo representa un daño material, sino que también obstaculiza la transparencia en la ejecución de obras públicas, ya que estas placas son colocadas para informar a la ciudadanía sobre los proyectos en curso.

Las autoridades municipales han señalado que el vandalismo en mobiliario urbano no solo representa un gasto adicional para la reparación y reposición de estos elementos, sino que también pone en riesgo la seguridad vial. Señalamientos de alto, límites de velocidad y direccionales son esenciales para evitar accidentes, y su ausencia o alteración puede generar confusión entre los conductores.

Vecinos de distintas colonias han expresado su preocupación ante esta problemática y han solicitado a las autoridades reforzar la vigilancia en puntos clave donde se han registrado mayores incidentes de vandalismo. Asimismo, se ha hecho un llamado a la ciudadanía para reportar estos actos y fomentar el cuidado de los bienes comunes.

Por su parte, la Dirección de Seguridad Pública ha reiterado que dañar o sustraer señalética vial y placas de obra es considerado una falta administrativa e incluso podría derivar en sanciones más severas en caso de afectar la seguridad de la comunidad.

A pesar de los esfuerzos por mantener en buen estado las vialidades, la señalización y la transparencia en la obra pública, el reto persiste. Las autoridades exhortan a la población a tomar conciencia sobre la importancia de respetar y preservar el entorno urbano, recordando que el bienestar y la seguridad de todos dependen del cuidado de los espacios públicos.