
Con una mayoría de votos a favor, el Senado de la República avaló en lo general la nueva Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, una propuesta que reconfigura el andamiaje institucional del sector digital en México.
La iniciativa contempla la creación de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), órgano que asumiría funciones estratégicas del actual Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Impulsada por legisladores de Morena y sus aliados, la reforma busca fortalecer la soberanía tecnológica, ampliar el acceso equitativo a internet y eliminar duplicidades administrativas. Entre los cambios más polémicos destaca la eventual desaparición del IFT, cuyas funciones regulatorias pasarán en buena medida a la ATDT, una agencia que dependería directamente del Poder Ejecutivo.
Los defensores del proyecto aseguran que la centralización permitirá una mayor eficiencia y rapidez en la cobertura digital, además de reforzar la ciberseguridad con apoyo de la Guardia Nacional. Sin embargo, diversas voces del ámbito académico, empresarial y social han manifestado su preocupación por una posible pérdida de autonomía y los riesgos de concentración de poder que esto implicaría, especialmente en lo que respecta a la competencia, la libertad de expresión y la neutralidad de la red.
Se prevé que el dictamen sea discutido en lo particular en los próximos días.