
Habitantes de la comunidad de Sotelo, en Salamanca, han manifestado su preocupación por las malas condiciones del camino que conduce a la zona, las cuales se han visto agravadas por las lluvias recientes. Aseguran que transitar por ahí representa un riesgo constante, sobre todo para personas mayores, estudiantes y trabajadores que deben desplazarse diariamente.
Con el aumento en el nivel de los cuerpos de agua, el acceso a Sotelo se ha vuelto más limitado, pues el río Laja alcanzó el 100% de su capacidad, lo que ha obligado a desviar el tránsito hacia rutas alternas como Valtierrilla y Sarabia. Sin embargo, los vecinos insisten en que el camino principal sigue siendo indispensable, pero su abandono lo vuelve casi intransitable.
Además del riesgo de quedar incomunicados, denuncian que no es la única vía del municipio en mal estado. Varias calles y caminos rurales presentan hundimientos, baches, falta de mantenimiento y drenaje deficiente, lo que incrementa los riesgos durante la temporada de lluvias. A pesar de operativos de vigilancia anunciados, las comunidades continúan esperando acciones directas y efectivas en infraestructura básica.
Mientras tanto, se ha informado que cuatro albergues temporales fueron habilitados como medida preventiva, ubicados en el Club de Leones, Centro Cívico, Deportiva Sur y Gimnasio Lázaro Cárdenas, para atender a la población en caso de emergencia.
De acuerdo con los reportes más recientes, además del río Laja, que se encuentra al 100 % de su capacidad, otros cuerpos de agua como el dren Los Ramírez (80 %), el arroyo Solís (60 %) y el dren Divisador (50 %) presentan niveles elevados. Aunque algunos drenes, como Oteros, Doña Rosa o Coria, se mantienen por debajo del 10 %, la saturación generalizada del sistema hídrico del municipio representa un riesgo latente en zonas vulnerables, especialmente aquellas con caminos en malas condiciones.