El Cuarto Cinturón Vial de Irapuato, una de las vialidades más transitadas y que conecta con miradores visitados por cientos de familias, permanece con tramos a oscuras. El motivo: constantes robos de cableado, daños en las instalaciones y actos de vandalismo que han dejado al alumbrado público en un estado crítico.
Desde enero, los Servicios Públicos han tenido que acudir al menos seis veces para reparar las fallas. Sin embargo, los apagones persisten y los ciudadanos siguen enfrentando noches inseguras en una vialidad que debería estar bien iluminada.
La falta de luz no solo afecta la movilidad, también deteriora la imagen urbana, incrementa la percepción de inseguridad y pone en riesgo a quienes transitan a pie o en vehículo. Mientras tanto, cuadrillas municipales trabajan a contrarreloj, incluso en fines de semana, pero la sensación de abandono se mantiene.
La población cuenta con la línea 072 para reportar fallas, aunque el problema de fondo sigue siendo la vulnerabilidad de la infraestructura ante los robos, que dejan a la ciudad pagando una factura constante en reparaciones.



































