La tarde del viernes 19 de septiembre, un fuerte susto se vivió en la comunidad de San Juan de Abajo, en León, cuando un tren de Ferromex con 70 vagones cargados se salió de las vías.
El convoy, que transportaba contenedores dobles, quedó varado en la zona, pero afortunadamente no se reportaron personas lesionadas ni pérdidas humanas, y tampoco hubo daños a viviendas ni afectación a la vialidad de la avenida Timoteo Lozano.
Vecinos relataron que escucharon un fuerte estruendo antes de que el tren quedara detenido, lo que generó alarma entre quienes viven cerca de las vías.
Aunque no se ha emitido un comunicado oficial sobre las causas, fuentes extraoficiales señalan que el descarrilamiento podría haber sido provocado, por lo que el caso permanece bajo investigación.
No es un hecho aislado: el pasado 2 de agosto otro tren se descarriló en la comunidad de El Sauces, también en León, donde se reportó que delincuentes habrían dañado rieles para intentar robar mercancía.
Con este nuevo incidente crece la preocupación entre residentes y autoridades, pues los descarrilamientos no solo afectan la carga e infraestructura, sino que ponen en riesgo la seguridad de las familias que habitan en los alrededores.



































