El Instituto Nacional del Fondo de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) lanzará un programa para atender a un universo de alrededor de 200,000 personas que cuentan con un crédito que se ha vuelto impagable, a fin de que noten un descuento tangible en su saldo, aseguró el director general del instituto, Carlos Martínez Velázquez.
Recordó que hasta 2016 los créditos estaban indexados al salario mínimo, por lo que el saldo total de la cuenta se actualizaba cada vez que crecía el mínimo, más una tasa nominal.
Esto generaba una tasa de casi del 11%, sin embargo, los salarios de las personas se quedaban constantes nominalmente, resaltó.
La mayoría de la gente paga sus créditos, ya que la cartera vencida es de 5.6%, muy competitiva, sobre todo si se toma en cuenta que dan crédito a las personas que no toman en cuenta otras instituciones, de acuerdo con el director del Infonavit.
“No tenemos problema de impago, pero si hay ciertas personas que tuvieron estos créditos caros y no les creció el salario, es un problema que tenemos y que hay que reconocer, es un problema estructural de la economía, no es algo malo que haya hecho el Infonavit”, afirmó.
Y es que, de los 5.5 millones de créditos otorgados, 3.9 siguen en el esquema de salario mínimo; por lo que el programa tiene que ver en cómo ayudar a los que menos tienen y en los que más lo necesitan, para que puedan acabar de pagar sus créditos.
“Sobre todo que vean que hay un descuento en su saldo, estamos afinando los detalles… Es muy importante, pues vamos a atender a un universo cercano a los 200,000 trabajadores”, aseguró Martínez Velázquez.
El director del Infonavit expuso que el año pasado se colocaron 544,000 créditos, por lo que la meta para 2019 es de 527,000, cifras que vienen de un proceso inercial de planeación de la institución y que discutirán en su próxima asamblea.
Martínez detalló que de los créditos hipotecarios en 2018, alrededor del 30% se fueron para trabajadores que ganan menos de 2.5 salarios mínimos, así como un 30% para un segmento salarial más alto, segundos créditos o cofinanciamientos.
“Lo que creemos es que muchas personas que están en el rango salarial más bajo no necesariamente les gusta la oferta de vivienda que hay en el país, y por eso hay un gran rezago en el sur y sureste”, anotó.
Comentó que hay una parte de la población que no ha encontrado una buena herramienta para financiar su necesidad de vivienda, por eso una de las cosas que impulsarán en esta administración será la autoconstrucción en terreno propio.
Recordó que se intentó hacer un programa piloto que otorgó 73 crédito de autoconstrucción, “prácticamente nada, estamos analizando este programa, en qué áreas lo podemos aplicar para efectivamente combatir el rezago habitacional”.
Mientras que en las zonas donde el modelo de vivienda tradicional de grandes desarrollos sea atractivo, continuarán colocando los créditos cómo se hace en la actualidad, porque todo debe ser con base en el trabajador.
Respecto a las casas abandonadas, dijo que se tiene que analizar caso por caso, para ver que proyectos pueden recuperarse, ser atractivas y volverse a vender, así como las que no son viables, ya que las subastas estaban mal diseñadas.
“Hay un problema de abandono de vivienda grave, en el último año se detectaron 58,000, eso se suma a la parte histórica que tenemos de 250,000 casos jurídicos que se están litigando de casas abandonadas, en el balance segregado otras 214,000 viviendas”.
Dijo que muchos de esos desarrollos nunca se debieron de haber construido porque, en algunos casos estaban en zona de riesgo o había convenios de servicios provisionales que nunca llegaron.
“Creo que los concursos estaban mal diseñados, porque algunos polígonos estaban en medio del abandono, se tiene que buscar un nuevo de modelo de negocios que permite la recuperación entera del entorno”, agregó.
Con información de Expansión