Organización social y medioambiente
Por:Alfonso Díaz Rey
El propósito de los medios masivos… no es tanto informar y reportar lo que sucede, sino más bien dar forma a la opinión pública de acuerdo a las agendas del poder corporativo dominante.
Noam Chomsky
Los problemas de nuestro país, sean económicos, sociales, culturales, políticos, medioambientales, etc., difícilmente se solucionarán si la sociedad continúa fragmentada, desinformada y desvinculada de ellos y de las causas que los originan.
La desorganización y desinformación que prevalecen en gran parte de nuestra sociedad permite a ciertos grupos sociales y económicos implementar medidas o llevar a cabo acciones que únicamente favorecen sus intereses, en detrimento del resto de la sociedad.
Tal situación no es nueva ni se debe a características genéticas o a la idiosincrasia de los mexicanos, es producto de un proceso en el que mediante el sistema educativo, los medios masivos de comunicación y propaganda, instituciones religiosas y medios represivos, entre otros, se ha desplegado una intensa ofensiva ideológica contra la población para que identifiquemos como nuestros y defendamos los intereses del grupo social y económicamente dominante.
Los gobiernos neoliberales que padecimos de 1982 a 2018 agudizaron la desunión de la sociedad mexicana, agravaron sus problemas de todo tipo y además propiciaron una devastación ambiental sin precedentes.
Los problemas medioambientales, que no hacen distingos de condición social, económica o posición ideológica, y afectan a todos y a todo lo que esté comprendido en su entorno y a menudo, en determinadas condiciones, con efectos sinérgicos que potencian los daños, son los que en la actualidad convocan a diferentes sectores sociales para enfrentarlos.
Los causantes de los más graves daños al medioambiente son generalmente poderosos grupos económicos que realizan acciones o desarrollan proyectos con la finalidad de obtener la máxima ganancia posible. Esto se da en zonas urbanas, rurales o en el mar.
Para enfrentar a esos grupos, además de que nos asista la razón, es necesario tener un mínimo de organización que promueva un ascenso en el consciente colectivo y la acumulación de fuerzas necesaria para hacer valer nuestros derechos.
Ello, entre otras cosas, implica enfrentar y neutralizar la ofensiva ideológica que constantemente el grupo social dominante lanza contra la población. Para tal efecto es importante tener una concepción y una visión propias de la realidad, porque si los enfrentamos con la visión y concepción que nos han impuesto, nuestros esfuerzos serán inútiles, nos llevarán al desgaste, al desánimo y a la derrota.
En nuestro país existen actualmente más de 500 conflictos ambientales, los que pueden agruparse de la manera siguiente:
Fuente: Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (https://www.uccs.mx/article.php?story=mapeando-las-injusticias-ambientales-en-mexico)
La presencia en el gobierno federal de un grupo político diferente de los que gobernaron anteriormente no garantiza condiciones menos severas en el contexto de las luchas ambientales. Recordemos que ese grupo ganó el gobierno, no el poder, el que sigue en manos de quienes concentran la riqueza en este país.
Los esfuerzos exitosos en las luchas por un mejor medioambiente, que desafortunadamente no son muchos, han dependido en gran medida del grado de organización de los sectores sociales involucrados.
Salamanca, Guanajuato, 24 de marzo de 2019