LA REFINERA

Gobierno dividido.

Gobierno que una y no que divida, en Salamanca prevalece un Ayuntamiento dividido.

A casi nueve meses de que Morena llegara a Salamanca debido a un ejercicio democrático, ha sido evidente un contexto de hostilidad y división que predomina en el Ayuntamiento, mismo que se percibe y se vive entre los ciudadanos y es que no hay que efectuar algún análisis para observar la división en la sociedad y la escasa tolerancia entre los ediles, no cesan los señalamientos ni las opiniones antagónicas, así como el vaivén de cotilleos  y la inconformidad en las decisiones gubernamentales.

Es una lástima percatarnos de la triste realidad; cuando hablamos de los miembros de H. Ayuntamiento, parece que estamos hablando de una familia fragmentada  en la que riñen por la herencia del abuelo acaudalado, seamos honestos, el interés más grande y evidente es lucrarse y ganar partida para continuar con un “hueso”.  Por ahora regidores, luego síndicos, después candidatos para cualquier puesto de elección popular o andar brincando de un lado a otro con el insuperable propósito de llevarse buenos “moches” y claro,  cavilando  cómo  adquirir dominio, superioridad y todo lo que ello conlleva; el segundo es ser entes protagónicos y aparentar que están muy preocupados por el pueblo cuando en realidad ya todos sabemos que lo único que hacen es luchar por sus propios intereses.

Para hacer el bien, no se necesita ser funcionario, se necesita tener la iniciativa, ser transparente y simplemente hacer las cosas, pero la gran mayoría de los miembros del Cabildo no hacen más que acalorarse, oponerse, criticar y hacer controversia; los ciudadanos lo único que percibimos y que evidentemente hacen muy bien, es dividirse, contender, disimular, ocultar y eso no debe existir en un gobierno.

El Ayuntamiento está completamente dividido y alguien tiene que ceder. En este caso, a la alcaldesa nada le cuesta darles cuentas claras, si los regidores no confían, también es porque no todo ha sido diáfano, entonces comenzando por la líder, tiene que clarificar sus argumentos y sobre todo las cuentas para que así los miembros no tengan nada para objetar ni para señalar; ya veremos entonces si el problema es que Beatriz Hernández está individualizando su trabajo que debería ser colectivo o son los regidores quienes buscar que abunden las contrariedades.

Por lo pronto, el bienestar de los ciudadanos no será óptimo ni mejorará porque como dijo el célebre Henry Ford “Llegar juntos es el principio, mantenerse juntos es el progreso pero trabajar juntos es el éxito”.

Los colores brillan cuando de alegar se trata, ya ni los de Morena se muestran solidarios; ya sacaron el colmillo y a sus conveniencias “pactan” entre ellos hacer quedar mal a quien pueden; no es novedad que hay división y da tristeza porque el trabajo colaborativo de un Ayuntamiento es imprescindible para que se obtengan resultados óptimos, de no ser así, en el fango perpetuamente.

Un gran actor panista

Se ha escuchado en los medios de comunicación que los del PAN critican esto y aquello; situaciones que se han hecho equivocadamente en esta administración pero yo les pregunto ¿Cuándo se pusieron a corregir el pringoso camino que tenía la administración de Antonio Arredondo?

Por ejemplo, Victor Hugo Rueda Olmos parece sentirse el “gran salvador” y hasta a veces parece que está realmente preocupado por el bien social, ¡Oh gran actor panista!  para vituperar, reprobar y reprochar es muy bueno, pero cuando tuvo la oportunidad de aconsejar a sus aliados para que hicieran las cosas bien ¿lo hizo?, ¡Por supuesto que no!, ahora quiere venir a hablarnos de reglamentos y leyes cuando antes ni de la Constitución se acordaba.

Ya sé que en las politiquerías se acostumbra a hacer siempre un muy bien espectáculo, lleno de farsantes que ven los defectos en la oposición pero no en su partido, eso es  muy común y muy lógico, sin embargo alguien les tiene que decir que ya se dejen de teatros y se pongan a meter baza, a dejar de querer ser los protagonistas para que sean lo que son, NUESTROS EMPLEADOS, no son autoridades ni bienhechores, ni superiores, son trabajadores que tienen la OBLIGACIÓN DE TRABAJAR, sí exigir, sí solicitar transparencia pero principalmente de hacer las cosas bien en lo individual y principalmente en lo colectivo.