Momento histórico internacional difícil para México
Por: Manuel De la Torre Rivera
No hay país que escape al momento crítico que vive el planeta, con una ya evidente manifestación de consecuencias del cambio climático y una secuela de fenómenos que provocan enormes pérdidas materiales, penuria de amplios sectores de la población mundial afectada, a los que habría que agregar los causados por la crisis económica que golpea principalmente a los más pobres, entre los que se cuentan amplias capas de trabajadores asalariados, sobre quienes recae la parte más difícil de sobrellevar por la desigual distribución de la riqueza generada, que en el sistema capitalista dominante para no ver disminuida su tasa de ganancia, afecta las condiciones de vida de la clase trabajadora.
La crisis socio económica y ambiental actual afecta al sistema capitalista en su conjunto, lo mismo a los países desarrollados que los subdesarrollados, con el agravante que sobre de estos últimos se deja recaer la parte más negativa de las consecuencias de nuestra desigual relación, así mientras los primeros saquean nuestros recursos naturales, a nosotros nos quedan los pasivos ambientales que se generan con su actividad; ellos generan ciencia y tecnología y a nosotros nos dejan proveerlos de mano de obra barata, con lo que se demuestra nuestra profunda dependencia.
Por si no fuera suficiente con esos elementos hay que agregar el enorme lastre de la deuda histórica que recibió México como herencia de gobiernos corruptos que antecedieron al que actualmente pretende una cuarta transformación, con una infraestructura mermada para hacer frente a la dependencia alimentaria y energética, así como una burguesía dependiente y entreguista que no ha sabido desarrollar ventajas competitivas y ha dilapidado los recursos de la entrega de la banca, los ferrocarriles y los recursos energéticos por mencionar solo algunos.
Y el colofón de este pesimista escenario lo representa el desequilibrado presidente de la nación que la geografía nos impone como vecino, quien ya ha desatado una guerra comercial con China y ahora después de su fracaso para la construcción de un muro entre nuestras naciones, nos amenaza con la imposición de aranceles crecientes si nuestro país no sirve a sus intereses de impedir la llegada de emigrantes centroamericanos a la frontera sur de Norteamérica. En un primer momento ya se contuvo esa amenaza, pero está latente su aplicación, sujeta a su arbitrario criterio.
La posición de AMLO ha sido equilibrada, sin responder a la provocación cual corresponde a la dignidad de un representante popular y cabe esperar que en congruencia con las pretensiones de la cuarta transformación que enarbola su gobierno, se integre una estrategia regionalista que recupere los mejores valores de la experiencia patria en sus grandes momentos estelares, como fue el caso durante la intervención extranjera y la expropiación petrolera en los que el pueblo fue el actor principal para sacar adelante a nuestro país en esos momentos difíciles.
Hace falta un giro en la dependencia de nuestro país hacia el inestable vecino del norte y mirar hacia el sur, hacia nuestros entrañables vecinos de Centroamérica y el caribe, incluida Venezuela y juntos nuestros pueblos integrar una comunidad de naciones hermanas que se atrevan a buscar nuevos modelos de desarrollo y luchemos por un futuro mejor para nuestros descendientes.
Los gabachos así son como Trump, les encanta la xenofobia y las drogas , por lo tanto siempre vamos a tener problemas con ellos por su mariguanera forma de vivir.