«Pongamos toda la voluntad y los recursos para salir de esta pesadilla», BHC.
Para terminar con la violencia y la inseguridad que vive Salamanca, Beatriz Hernández hizo un llamado al estado y a la federación para que sumen esfuerzos y recursos a Salamanca a fin de concluir el problema de violencia que gobierna en esta entidad.
La noche de ayer, Hernández Cruz expresó que emitiría su postura respecto a los hechos lamentables en los que perdieron la vida 5 custodios del Cereso1 000 y otros dos quedaron heridos.
A última hora la alcaldesa llamó a rueda de prensa acompañada por varios miembros del Ayuntamiento y por el coordinador de seguridad ciudadana el mayor José Eugenio Sánchez Suárez y dijo era necesario hacer un posicionamiento por lo que se manifestó a nombre la administración municipal por los acontecimientos anteriores, declarando que eran hechos absolutamente imperdonables y vergonzosos.
Recordando el trágico hecho de los muertos en el bar “La Playa”, señaló que el caso continúa impune y que existen 302 muertos en el 2019 y tan solo 21 en el mes de septiembre y 8 en menos de un día, por lo que aseveró que Salamanca se merece la paz e hizo un llamado a los dos niveles de gobierno.
“Ustedes que tienen el cargo, la fuerza, las armas, los recursos, no permitan que esto siga sucediendo (…) trabajemos juntos, pongamos toda la voluntad y los recursos para salir de esta pesadilla. Por nuestra parte seguiremos firmes en trabajar en velar por nuestra gente, tocando puertas para que cada salmantino pueda salir a la calle sin miedo, les pido sumemos todos los esfuerzos para que Guanajuato y Salamanca no sucumban ante tanta violencia”, aseveró Beatriz Hernández en rueda de prensa.
Por los hechos confirmó que el día de hoy se encuentran en Salamanca autoridades federales señalando que tiene la disposición de reunirse para accionar un plan haciendo énfasis que este tipo de casos no tienen que pasar nunca más.
En la sociedad moderna los causantes de la violencia son la burocracia y los políticos. Se deben leer los libros Max Weber y Henry Kissinger.