En pleno siglo XXI cientos de salmantinas y las guanajuatenses son sometidas a la violencia. Ni la circunstancia social, ni económica, mucho menos la edad, son impedimentos para que una fémina sea vulnerada en cualquier contexto, de hecho, según el INEGI, en 2016, de los 2.2 millones de mujeres de 15 años y más que hay en Guanajuato, 63.2% (1.4 millones) han enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor, alguna vez en su vida.
El 37.8% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o última a lo largo de su relación y está más acentuado entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (42.6%), que entre quienes lo hicieron a los 25 o más años (32.2 por ciento).
Durante el 2018 se registraron 362 defunciones por homicidio de mujeres, en Guanajuato el más alto registrado en los últimos 29 años (1990-2018), lo que en promedio significa que falleció una mujer diariamente por agresiones intencionales.
Son las mujeres quienes incluso se violentan entre ellas mismas, se critican y se intimidan; por lo que la situación de la violencia en contra de la mujer no es exclusiva de hombres.
De los 46.5 millones de mujeres de 15 años y más que hay en el país, 66.1% (30.7 millones) ha enfrentado violencia de cualquier tipo y de cualquier agresor, alguna vez en su vida.
El 43.9% ha enfrentado agresiones del esposo o pareja actual o la última a lo largo de su relación y está más acentuado entre las mujeres que se casaron o unieron antes de los 18 años (48.0%), que entre quienes lo hicieron a los 25 o más años (37.7%).
En México, durante el 2018 se registraron 3 mil 752 defunciones por homicidio de mujeres, el más alto registrado en los últimos 29 años (1990-2018), lo que en promedio significa que fallecieron 10 mujeres diariamente por agresiones intencionales.
A la postre, el 17 de diciembre de 1999 la Organización de las Naciones Unidas en su Resolución declaró el 25 de noviembre Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, mediante la cual insta a los gobiernos, instituciones, fondos y programas del sistema de las Naciones Unidas, así como a organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales, a llevar a cabo durante ese día actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública respecto del problema de la violencia contra la mujer, entendiendo violencia contra la mujer como “…todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.
Asimismo, ese documento reconoce que la violencia contra las mujeres no es un problema de índole privado, sino social y que “…constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer”.