Por: Betzabé Vancini Romero
Psicoterapeuta
El año pasado se dio a conocer en medios nacionales la ejecución de Abril Pérez Sagaón de 46 años, madre de dos hijos. Abril estaba casada con Juan Carlos, quien un día cualquiera mientras ella dormía, la golpeó con un bate de baseball en la cabeza y posteriormente la arrastró al vestido de su recámara para apuñalarla con un bisturí. Abril sobrevivió de milagro y gracias a que su hijo de 15 años intervino para detener a su padre.
Abril hizo todo lo correcto, se fue de esa casa junto con sus hijos, denunció, acudió a todos los citatorios y Juan Carlos fue detenido por feminicidio en grado de tentativa. Sin embargo, unos meses después, el juez Federico Mosco decidió re calificar el delito sólo como “violencia familiar” y Juan Carlos salió de prisión, pese a la súplica de Abril ante las autoridades. El 25 de noviembre, día que se conmemora la erradicación de la violencia hacia las mujeres, Abril iba con sus hijos en un auto cuando, dos tipos en una motocicleta le dispararon a corta distancia y acabaron con su vida ante la mirada de sus hijos.
Así como Abril, existen en nuestro país muchas mujeres que viven con su agresor y que, por miedo a que les suceda lo de Abril, se quedan viviendo en casa y duermen todos los días junto al enemigo. Así que está columna está dedicada a ellas.
La violencia dentro de casa no estalla de un día para otro, sino que va incrementándose poco a poco. A veces, de manera tan sutil que a la mujer que está en esa situación, le cuesta mucho trabajo darse cuenta de que lo está. Normalmente comienza con enojos, insultos, devaluaciones como “tú no sabes nada”, “eres muy tonta”, “¿qué harías sin mí?” Y posteriormente, comienzan las agresiones físicas que al principio son jalones o empujones, romper cosas, encerrar a la persona, entre otros; siempre seguido de una sentida disculpa y una promesa de cambio.
La violencia en la pareja cumple siempre el mismo ciclo: la etapa tensa, el estallido violento y después la “luna de miel” o reconciliación con promesa de cambio. Este ciclo se cumple siempre, absolutamente en todos los casos y esto hace muy difícil que la víctima, que usualmente está enamorada o quiere a su agresor, decida dejarlo o denunciarlo. Esto es mucho más complicado cuando hay hijos de por medio o violencia económica cuando ella depende completamente de él para sostenerse.
Las mujeres víctimas de violencia dentro de casa muchas veces están solas. Sus familias y amistades se alejan porque “ellas quieren seguir ahí,” “es su problema y su decisión.” En muchos casos, quienes están alrededor como espectadores deciden no intervenir por el miedo al agresor o a que haya represalias.
Estas mujeres se van a dormir todos los días a un lado de un hombre que las acosa, que abusa sexualmente de ellas o que las coacciona para tener relaciones con él, que las golpea y que puede ser potencialmente su asesino. Y si quieres saber por qué, pues es el miedo. Un miedo tan grande que las paraliza.
¿Cómo ayudar a una mujer que está en esta situación?
Después del caso de Abril, nos han hecho muy difícil a todos poder alentar a mujeres a hacer una denuncia contra su agresor pues, el sistema demostró una vez más, que está podrido y que la violencia de género no está dentro de la agenda del gobierno. Sin embargo, salvaguardar la vida de estas mujeres es tarea de todos.
Si conoces a una mujer que padezca violencia por parte de su pareja:
-Habla con ella, hazle saber que tú le crees y que sabes la situación en la que se encuentra.
-No la juzgues, hazla sentir comprendida.
-Investiga las instancias a las que pueden acudir a denunciar y las formas en que pueden protegerla de represalias de su agresor.
-Si presencias un acto de violencia en su contra, LLAMA A LA POLICÍA para que quede un antecedente de lo que ocurre en esa casa o en esa relación.
-Si te es posible, guarda evidencias de la agresión: fotos, videos, audios. Todo lo que pueda respaldar la versión de la víctima.
-Mantente cerca de ella hasta que esté lista para dar el paso de dejar y denunciar, va a necesitar mucho apoyo cuando eso pase.
Es terrible que a una semana de conmemorar el día internacional de la erradicación de la violencia hacia las mujeres, sigamos teniendo un alto porcentaje de violencia hacia las mujeres dentro de sus hogares (según el INEGI, una de cada diez mujeres es violentada dentro de su casa), y que las autoridades protejan a violadores y feminicidas.
Si tú eres la que está durmiendo con el enemigo, PIDE AYUDA. No estás sola, siempre hay manera de protegerte, hay muchos colectivos y profesionales -psicológicos y legales- para ayudarte.
Como siempre, estaré atenta a todos tus comentarios y preguntas vía Twitter. Me encuentras como @betzalcoatl