El Pleno del Congreso local exhortó a los poderes del Estado, a los 46 ayuntamientos y a todos los organismos, a efecto de que se sumen al paro nacional de mujeres «Un día sin nosotras», a realizarse el próximo 9 de marzo, permitiendo que las mujeres que laboran en sus instituciones puedan participar en el paro nacional, sin que se les descuente el día en su salario o se les asignen represalias.
La diputada Martha Isabel Delgado Zárate, presidenta del Congreso, manifestó que ante los feminicidios no podía permanecer impasibles, ni esconder el rostro ante la impunidad, ni ante la violencia claudicar a la esperanza.
Dijo que las mujeres guanajuatenses y las de todo el país enfrentaban una crisis de inseguridad que compartían con los hombres de México, pero que conformaba un panorama especialmente complejo e indignante cuando a esa criminalidad se sumaban los fenómenos específicos de violencia de género que las mujeres sufrían en el hogar, la escuela, las calles y las oficinas, lo que ameritaba de las autoridades una respuesta específica, efectiva y contundente.
“No es válido cerrar los ojos ante la tragedia casi permanente de la violencia en contra de las mujeres y específicamente de los feminicidios, cuyas víctimas exigen justicia desde el silencio de su ausencia, que se ha transformado en un clamor estridente, que debe despertar la solidaridad, la indignación y la acción de todos, porque la exigencia simbólica de las víctimas y el dolor de sus familias convocan a despertar y a trabajar”, enfatizó Delgado Zárate.
Refirió que las diputadas integrantes de la LXIV Legislatura asumían ese llamado con una doble cercanía: la de ser mujeres y la de representar a la sociedad, que estaba harta de la angustia permanente, de la violencia, de la incertidumbre y de la inmovilidad de una estructura institucional y cultural que en todo el país pareciera avanzar a paso de tortuga, cuando lo que urgían eran los resultados.
Señaló que esa realidad se volvía particularmente dolorosa en el caso de los feminicidios, que cada caso de una mujer asesinada era un nuevo fracaso, una nueva afrenta para todas y para todos, por lo que el Paro Nacional de Mujeres encarnaba una necesidad de expresión y de acción que superaba tanto las barreras ideológicas como los colores partidistas.
“Las mujeres de todo el país hemos decidido responder con una acción que demuestre de una buena vez que las mexicanas estamos hartas, que estamos unidas, que no nos hemos resignado a la violencia y que no hemos claudicado a la esperanza”, concluyó.
El diputado Ernesto Alejandro Prieto Gallardo hizo uso de la tribuna para hablar en contra de la obvia resolución solicitada para este punto de acuerdo, al señalar que no tenía una adecuada redacción, por lo que solicitó se turnara a la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, a fin de no usar con tintes políticos un movimiento que no tenía ese origen. La diputada Vanessa Sánchez Cordero aclaró que antes de ser diputadas eran mujeres y ciudadanas, y que tenían la responsabilidad de hablar por las mujeres, y la solicitud de obvia resolución era por la cercanía de la fecha.
Para hablar en contra del punto de acuerdo hizo uso de la tribuna el congresista Ernesto Alejandro Prieto Gallardo quien dijo que no estaba en contra del planteamiento expuesto sino de la redacción, ya que ésta establecía situaciones que podían prestarse a la institucionalización de un movimiento ciudadano y a sacar “raja política” del tema.
En rectificación de hechos, la diputada Libia García Muñoz Ledo lamentó la intervención de su homólogo, ya que consideró que minimizaba la iniciativa que tuvieron las legisladoras para apoyar el movimiento feminista y ciudadano. Asimismo, subrayó que la intención del acuerdo era apartidista y solo se hacía un llamado a las autoridades mencionadas para que no aplicaran ningún descuento a las mujeres que se quieran sumar.
Mientras que para hablar a favor subieron a tribuna el diputado Isidoro Bazaldúa Lugo, María Magdalena Rosales Cruz y Ma. Guadalupe Guerrero Moreno.
Bazaldúa Lugo indicó que a lo largo de su historia de vida a escuchado a las mujeres y por ellos se expresaba a favor. Apuntó que el exhorto estaba bien orientado porque se dirigía a los patrones, ya que muchas mujeres que pudieran estar pensando en sumarse al llamado que se hacía era porque tenían la posibilidad de asistir sin que se les descontará y sin tener sanciones administrativas.
Por su parte, la diputada María Magdalena Rosales Cruz expuso que la propuesta en cuestión era mínima a las acciones que se podrían hacer para el respeto de las mujeres. “El hecho de que paren las mujeres y que no se les descuente el día es un avance, ojalá que en el exhorto también se hiciera a la iniciativa privada, porque son más las mujeres obreras que las burócratas. No podemos avanzar más, pero el hecho de que no se les descuente a las mujeres burócratas es importante y el paro en sí es importante, porque se quiere visibilizar la ineficacia en el gobierno”, enfatizó.
Finalmente, la congresista Ma. Guadalupe Guerrero Moreno externó que estaban convencidos de la nobleza del movimiento de las mujeres mexicanas y estaban convencidos de la legitimidad y finalidades del paro del 9 de marzo, por lo que le daban todo su respaldo
Afirmó que era una genuina expresión de las mujeres de México por la inconformidad que se ha venido gestando desde siempre contra la mujer, por lo que merecía todo el apoyo y respaldo, ya que era una lucha justa y perfectamente legítima en la búsqueda de terminar con la violencia, el trato diferenciado, la agresión y la discriminación en contra de la mujer.