Ya se habían presentado otros hechos delictivos en el lugar que incluso pusieron en riesgo a trabajadores pero Juan Carlos Razo Guevara nunca hizo por salvaguardar ni al personal ni los bienes.
Después del robo que se registró en la dirección de Juventud, los empleados fueron movidos a laborar en la cafetería del Centro de Lectura Municipal, en las oficinas que se localizaban, instalarán oficinas para la Guardia Nacional.
Las condiciones de la Dirección de Juventud son precarias, además de que Beatriz Hernández no invierte en este sector, ahora ni siquiera existe un espacio adecuado para que los trabajadores lleven a cabo sus labores pues hace apenas unas horas, el director general de cultura municipal Juan Carlos Razo Guevara los envió a trabajar a la cafetería del Centro de Lectura José Rojas Garcidueñas.
Esta semana se registró un robo en las oficinas ubicadas en la calle Vazco de Quiroga en la zona centro, en ese perímetro se atendía a la juventud salmantina pero a raíz del atraco, se ha decidido que el sitio será ocupado por elementos de seguridad y la dirección permanecerá sin un espacio adecuado, eso podría provocar que se pierdan los recursos porque las oficinas también son requisito.
Desde hace meses, Juan Carlos Razo Guevara quería que esta dirección se quedara sin oficinas y ahora es una realidad que deja con mayor desatención a este sector que no ha sido una prioridad para la administración pública municipal.
Trabajadores de la Dirección General de Cultura aseguraron que en Salamanca no hay apoyo para los más jóvenes y confirmaron que no es una prioridad para Beatriz Hernández pues a pesar de que los adolescentes y jóvenes (por la etapa) son presa fácil de contextos peligrosos, nadie atiende de manera integral a este sector que es pieza clave para el desarrollo de la paz dentro de la sociedad salmantina.
En cuanto al cambio en la dirección, ayer se confirmó que el edificio estaba siendo vaciado y que los servidores públicos del área trabajarán en condiciones carentes y de esta manera se debilita el sector que ya de por sí está desatendido; ahora será peor, ya que ni siquiera contarán con un espacio propio.
«Están vaciando el edificio, los aventaron a la cafetería del centro de lectura (…) con este tipo de actos vulneran los derechos de las juventudes», señaló testigo.
Al momento, la dirección de Juventud no tiene instituto que dignifique a los jóvenes ni a los adolescentes salmantinos, tampoco hay presupuesto que genere programas o acciones.
Con el movimiento de las instalaciones, se ponen en riesgo los recursos que con mucho trabajo se han logrado obtener por no contar con los requerimientos necesarios y obligatorios.
Cabe mencionar que casi la totalidad de los bienes materiales de esta dirección pertenecen al estado y a la Federación, el municipio sólo cuenta con un escritorio y 3 sillones de madera pues la presidenta municipal ni en eso ha querido invertir del erario.
Pese a estar acéfala la dirección de juventud y pese a la situación actual de inseguridad y donde notablemente el blanco fácil del crimen organizado son las y los jóvenes; la administración municipal en un acto de incongruencia política, prefiere seguir de brazos cruzados.
No obstante que no hay apoyo las juventudes en la administración municipal; hoy, el único espacio digno para la atención a la juventud, es arrebatado a las y los jóvenes de Salamanca.
A marchas forzadas personal de la Dirección Gral de Cultura, Educación, Deporte, Atención a la Juventud y Turismo; se encuentra acarreando los bienes materiales del edificio ubicado en la calle Vasco de Quiroga y los trasladan a la cafetería del centro de lectura, ubicado en la calle Leona Vicario
Al día de hoy, las juventudes en Salamanca siguen sin valer un solo peso, al continuar sin una partida para la atención de las mismas.
El tema de la creación del Instituto de las Juventudes Salmantinas, dados los resultados, sigue en la congeladora.
Al no asignar recurso para la procuración de un sector de la población extremadamente violentado, se vulneran los derechos de miles de jóvenes salmantinos.
Es así como los integrantes de esta organización tendrán que permanecer en una cafetería sin 4 laptops, 3 pantallas, dos proyectores y hasta un Xbox pues este material fue sustraído por amantes de lo ajeno y a pesar de que ya se había sufrido un asalto en el lugar, Juan Carlos Razo Guevara nunca solicitó algún elemento de seguridad para salvaguardar al personal y las propias instalaciones.