Todavía hace algunos meses las zonas de antros y bares en Salamanca lucían llenas de asistentes; los más jovenes y no tan jóvenes asistían a convivir con sus amigos, conocidos, familiares y parejas.
Durante la noche podían verse las luces de estos recintos que al día de hoy han cambiado.
La vida nocturna en Salamanca quedó prácticamente en el olvido, ahora las reuniones se llevan a cabo en domicilios particulares, aún con la pandemia.
Durante los últimos meses se han registrado más cierres por el tema del covid-19, pero el conflicto no inició hace casi 4 meses. En este municipio la vida nocturna comenzó a apagarse por hechos violentos y delictivos que fueron depositando el temor colectivo; hoy, se aprecia entonces como una zona completamente descuidada y abandonada.
Los cúmulos de basura y las instalaciones abandonadas y hasta dañadas, hacen evidente que al menos por ahora se terminaron las noches de antros y bares; pues la violencia y el coronavirus han dejado más que mermas.
En un recorrido realizado por El Salmantino se encontró con antros y bares que ya cerraron desde hace algunos meses, otros tantos apenas logran subsistir.
Lugares como Distrito Live que tuvo antes otros nombres y que llegó a ser un lugar muy concurrido permanece completamente abandonado, la basura y los escombros están siendo ahí depositados por ciudadanos inconcientes que perjudican la limpieza y la imagen urbana de Salamanca.
Toda esa zona de centros nocturnos ubicados en Boulevard Faja de Oro y Tampico luce completamente muerta y hasta el momento quienes laboraban en los lugares desconocen si algún día podrán retomar sus actividades pues tal parece que la llamada nueva normalidad no podrá llevarse a cabo en esta actividad económica que dejó en quiebra a muchos empresarios locales y nacionales.
Cabe mencionar que muchos de estos lugares de recreación ya presentaban inconvenientes económicos pues ante la ola de violencia e inseguridad que han ido aumentando desde hace por lo menos dos años, varios dueños decidieron cerrar los establecimientos que en varias ocasiones fueron visitados por los delincuentes.
En cuanto a los restaurantes, han tenido autorización para mantenerse abiertos, siempre y cuando cumplan con las recomendaciones sanitarias y sólo la permanencia de un aforo del 25 por ciento de personas, pero se espera que este porcentaje se pueda ampliar paulatinamente.
Por este escenario, ya son muchos establecimientos los que permanecen cerrados, casi la mayoría, otros tantos cambiaron de giro esperando algún día estar de regreso y volver a ver gente conviviendo, cantando y bailando sin la sana distancia.