Por: Karla Montenegro
En la ciudad petrolera
vivía la mala huesuda
donde la gente es re buena
y el gobierno una basura.
Ahí se producía petróleo,
cera, velas y el buen fiambre
Había un clima idóneo
Y buenos tacos de alambre.
Salamanca le pusieron
a la ciudad bicicletera
donde la paz aludieron
Porque siempre hay balacera.
Ahí vivían los Hernández
una familia aprovechada
quienes hablan de honradez
y salen con cada jalada.
Dicen que le gusta la riqueza
dicen que daña el erario.
Se siente de la realeza
y no se conforma con su salario.
Ella es la presidenta
que compra puro foráneo,
le encanta hacer rabieta
y capricho momentáneo.
Se llama Doña Beatriz
y odia la transparencia,
ella es muy buena actriz
y se cree con mucha influencia.
Desgobierna Salamanca,
donde abandonan a la raza
el gober ni su potranca
y la Betty pura guasa…
Así se vive en este municipio
pues nadie presta atención,
con el problema del principio
la violencia y la inacción.
Como ha llegado noviembre
la parca anda de lujo,
se fue a la Presi de siempre
con su cheve y su garujo.
Se encontró a los regidores
les invitó un tequilita
Y por andar de habladores
que su dinero les quita…
Me los llevo mis paisanos,
ya acábense su chilorio
que van a ver sus gusanos
¡me los llevo al purgatorio!
De pronto de su oficina
que sale la presidenta,
escuchando en su bocina
y con su cara de hambrienta…
Con tamales llegó parca
contoneando su faldón
mientras le invita y la embarca
pa llevársela al panteón:
-Hoy te llevo alcaldesa
te vas dos metros con llanto.
Hoy te vas, es tu sorpresa
Ya te llevo al camposanto. +
Así yació la primera edil
que dejó su camioneta
la cerveza de barril
para irse a una gaveta.
Ya no pudo hacer pachanga
ya no pudo adjudicar
se murió con todo y tanga
pero nada se pudo llevar.
Bien decía mi bisabuelo
aunque acá presuma cantón
todos terminan en el suelo
y engusanados en el panteón.