En medio de la pandemia, salieron a pedir su calaverita.
Cientos de personas olvidaron la Covid-19 en Salamanca y decidieron salir a las calles de primer cuadro de la ciudad para festejar el Día de Halloween y el Día de Muertos.
Sin la presencia de ninguna autoridad de sanidad, Seguridad Pública o de Fiscalización, estos últimos días las calles lucieron completamente llenas y sin las medidas sanitarias necesarias para evitar la propagación de la pandemia.
En el Jardín Principal se concentró un buen número de ciudadanos. Desde niños hasta personas de la tercera edad fueron observados con disfraces y entre el tumulto se pudo ver cierto descontrol.
Abonando el peligro de infección, la administración pública municipal decidió cerrar la calle Juárez por el acceso de la calle Zaragoza para facilitar la circulación de los transeúntes y fue así que se multiplicó el número de personas que circulan por el área.
Aunque un buen número de personas llevaba el cubrebocas, otras decenas decidieron no utilizarlo y por supuesto la sana distancia nunca fue respetada, incluso en los puestos de artesanías, alfeñiques y otros negocios, la gente se acercaba sin ningún tipo de cuidado.
La alcaldesa no efectuó ningún tipo de protocolo para buscar el bienestar de la gente y es así como no hubo prohibición de ningún tipo e incluso Beatriz Hernández Cruz realizó algunas actividades sin cuidar la sana distancia. (foto1)
Hasta la tarde este lunes, en el municipio se tiene el registro de 3 mil 100 casos confirmados y 204 personas que hasta el momento han perdido la vida a causa de este virus.
A pesar de que en las instituciones educativas se ha procurado mantener clases virtuales para evitar el crecimiento de los contagios, por la ciudad crece el número de menores que son expuestos a la pandemia, así pudo ser visualizado los últimos días cuando niños disfrazados, solos o acompañados de sus padres salieron a recibir dulces y otros obsequios que según la propia Secretaría de Salud federal ponían en riesgo a la población infantil que regularmente no tiene cuidado con la higiene y mucho menos con los objetos a los que acceden.