Javier Aguirre sufre en la Comarca Lagunera. Justo en el lugar donde vivió su última decepción en el ya lejano 2001, este domingo a padecer los fuertes vientos de Torreón y en el TSM tuvo su primer derrota con Rayados, en su regreso a la Liga MX.
Santos necesitó un sólo gol para acabar con el invicto de Monterrey y la imbatibilidad de Hugo González. El Vasco se quedó en las mismas, simplemente no puede con los Guerreros. 1-0 final.
La visita comenzó mejor. Monterrey intentó imponer su juego, mientras los Guerreros se vieron sorprendidos y les costó agarrarle el ritmo a su rival. Santos poco pudo hacer ante el asedio rayado. Rogelio Funes Mori fue el hombre más peligroso, pero sólo en la intención de herir. El Mellizo pudo abrir el marcador cuando recibió a modo un balón, pero en ese afán de romper la red, su disparo salió por un costado.
Esa fue la tónica. No es que el portero Carlos Acevedo haya sido figura del conjunto de Torreón, simplemente los atacantes de La Pandilla no amanecieron con el mejor de los tinos y todos sus disparos iban por fuera o eran estrellados en la zaga albiverde. Fue Maximiliano Meza el cómplice perfecto de Funes y Ake Loba, con centros medidos y gran toque sudamericano, pero los últimos hombres no pudieron inquietar ni un poco. Y por si fuera poco, todo se complicó cuando el marfileño se lesionó y tuvo que salir. Dorlan Pabón lo suplico, pero tampoco fue el más hábil al ataque.
El ritmo poco a poco bajó. El dominio de los de la Sultana del Norte quedó olvidado, Santos igualó las acciones y ellos sí pudieron vencer a Hugo González en las pocas oportunidades que tuvieron. Ignacio Jeraldino prolongó con una toque magistral por detrás y el canterano Omar Campos la envió al fondo. Para su mala fortuna, el asistente levantó su bandera por un fuera de lugar previo y el festejo se ahogó de la peor forma.
El complemento no mejoró, al menos de inicio. Fue un juego trabado, sin generación y pocas opciones al frente. Fue un balón parado el que rompió finalmente con la paridad. Matheus Doria no pudo rematar con más facilidad. El defensor brasileño ni saltó, nadie lo incómodo y la metió a la red. Hugo González se quedó clavado, la zaga visitante perdió su marca y Stefan Medina sólo lo vio rematar. Así, de la forma más increíble, la racha de imbatibilidad quedó en 420 minutos sin recibir gol en Monterrey.
Los guerreros afilaron sus armas, pero una tormenta de tierra paró su buen momento, fue lo mejor que le pudo pasar a la Pandilla, le cortó el buen ritmo al local. No hubo más. Rayados intentó hasta el final, pero se quedó con las ganas de seguir invicto.