Por segundo año consecutivo, en Salamanca no hubo procesión del silencio; la pandemia del COVID-19 ha provocado que esta tradición quede en pausa nuevamente, luego de 54 años de celebrarla.
Siendo una de las tradiciones más importantes, arraigadas y grandes de Salamanca, los católicos extrañan recorrer las calles del municipio y aunque rememorarán la muerte de Cristo desde casa, se añora la cercanía y conexión que se vivía en las calles de Salamanca.
La Procesión del Silencio en Salamanca tiene sus inicios en el siglo XVII pero desde el año de 1965 se había visto ininterrumpida y por segundo año dejarán de participar por lo menos 900 personas quienes forman parte del magno evento.
En las calles de Salamanca, año con año se reunían cientos de familias, se contaban los milagros de Jesús, se guardaba absoluto silencio rememorando la muerte de Cristo para luego ser partícipes de la resurrección y así darle fin a la Semana Mayor.
Ante la pausa inevitable, hoy se recuerda la costumbre arraigada en la que las familias llegaban al Centro histórico y buscaban un buen lugar para ver el contingente y rogar a Dios el perdón y la misericordia.
Se echa de menos sentir la emoción que el evento provoca, falta ser partícipes del paso doloroso de distintas cofradías por dos años falta ver a los participantes envueltos en capuchas moradas, negras, con hábitos, portando farolillos o velas, creando un ambiente de recogimiento místico.
De acuerdo con archivos históricos de Salamanca La procesión por María la madre de Jesús, evocada en la virgen de la Soledad; desfilan lentamente y el sonido de los tambores lo envuelve todo, retumbando el alma y cuerpo de los presentes por el dolor que pasó Jesús.
La tradición de la Procesión del Silencio fue retomada por el padre Fray Camilo Montes en 1966, pues se dice que se realizaba en Salamanca desde el siglo XVII.
Durante 54 años distintas cofradías y grupos católicos se han encargado de las distintas representaciones de la Pasión y la Procesión del Silencio, denominadas; “El Ecce Uomo”, “El Señor de la Columna”, “El Señor del Perdón”, “El Santo Entierro” y “La Virgen de la Soledad”.
La Procesión del Silencio en Salamanca hoy no ha sido posible pero sin duda es una muestra de representaciones religiosas que dan cuenta del arraigo de las tradiciones de sus habitantes y conllevan a la riqueza de Salamanca.
Tras dos años de interrupción, se espera que para el próximo año la Procesión del Silencio sea una realidad, que la pandemia quede en la historia y que todo vuelva a la normalidad.
